Recientemente, se realizó una reunión con el Ministerio de Transporte donde se discutieron los avances en los proyectos viales San Francisco – Mocoa y Pasto – Popayán, cruciales para el desarrollo de la región de Nariño. En esta reunión, liderada por la ministra Constanza García, el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Fernando Ospina, y el director de Invías, Juan Carlos Montenegro, se socializaron los avances y desafíos de estos proyectos. Entre los principales temas estuvo el tramo entre Pasto e Ipiales, cuya doble calzada se encuentra en fase de estudio y actualización.
No obstante, mientras se celebran estos importantes pasos, es preocupante observar cómo algunos congresistas buscan robar protagonismo, apareciendo en entrevistas como los supuestos artífices de estos avances. Lo más alarmante es que ciertos medios de comunicación solo presentan sus versiones para opinar al respecto, distorsionando la verdad y minimizando el compromiso y la gestión del gobierno actual.
La ministra Constanza García y su equipo demostraron disposición y voluntad política para la ejecución de estos proyectos. La doble calzada Pasto – Catambuco, por ejemplo, se encuentra en proceso de estudios de fases 1, 2 y 3, los cuales demorarán entre 12 y 14 meses. Además, se firmará un otro sí para actualizar los estudios del tramo San Juan – Ipiales. Asimismo, se espera que para octubre estén listos los pliegos definitivos para la construcción del tramo Timbio – El Estanquillo a través de un modelo de APP, tras la conclusión de las consultas previas.
A pesar de la importancia de estas obras de cemento para la conectividad y el desarrollo económico, no debemos perder de vista que el fortalecimiento del ámbito social y humano es igualmente crucial. Las recientes cifras sobre la pobreza en el país nos recuerdan lo valioso de invertir en el bienestar de nuestras comunidades para disminuir las brechas. La infraestructura es fundamental, pero debe ir de la mano con políticas que promuevan la equidad y el desarrollo humano sostenible.
Francisco Ospina, director de la ANI, subrayó la importancia de optimizar el recaudo a través de los peajes para financiar estas obras. Tema que no deja de ser polémico.
Mientras algunos buscan el reflector y otros medios sesgan la información, es esencial destacar que el gobierno de Gustavo Petro es quien realmente está haciendo posible estos avances. Reconocer y valorar el trabajo de quienes están detrás de estos logros es indispensable para una ciudadanía informada y justa.
Ahora, ya no se puede decir que no hay voluntad política o que Gustavo Petro no le ha cumplido a Nariño. Todos queríamos que estas obras avanzaran más rápido, naturalmente, pero cuando un gobierno asume, debe velar por los intereses de toda la nación y gestionar según las posibilidades fiscales que se heredan. Especialmente en un contexto donde Colombia ha dado un giro hacia la izquierda, un cambio inédito en su historia. Con sus aciertos y desaciertos, los colombianos notan los cambios que se han producido y aquellos que han sido frenados por políticos que priorizan los intereses de los grandes conglomerados económicos y sus propios beneficios.
Es hora de reconocer que el progreso es posible gracias a un compromiso real con la gestión pública y el bienestar colectivo. Las obras de cemento son solo una parte del camino; el verdadero avance está en construir una sociedad más equitativa y justa para todos.
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