En un reciente pronunciamiento, en el lanzamiento del Instituto Colombiano del Petróleo y Energías de la Transición, ICPET, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, criticó fuertemente la actual estructura tarifaria del sector energético, calificándola de «criminal». Petro argumentó que esta situación impide la industrialización del país y afecta gravemente a la economía de las familias colombianas.
«La tesis de que la tarifa de las hidroeléctricas se ligue al gas es criminal para Colombia. Impide la industrialización por obvias razones», afirmó el mandatario. Petro explicó que desde el 2010 o 2012, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) decidió vincular la tarifa de la generación eléctrica por agua, a través de embalses, al gas. Según él, esta decisión ha llevado a que las hidroeléctricas operen en el mercado como si produjeran energía a base de gas, a pesar de que sus costos de producción son significativamente más bajos. «Un negocio tan rentable que Pablo Escobar palidecería», añadió.
Petro subrayó sus esfuerzos durante los últimos dos años para cambiar esta fórmula tarifaria, sin éxito. «Me tumban el decreto, no sé qué y no sé cuándo, y me tumban el decreto. No, Petro, usted no puede hablar del magistrado que tumbó el decreto, y ¿por qué no?», expresó frustrado. A pesar de su obligación constitucional de aceptar las decisiones judiciales, Petro insistió en que no puede quedarse callado, argumentando que su deber es beneficiar al país y al interés general, como lo ordena la Constitución.
El presidente también criticó la falta de exploración de nuevas fuentes de energía y la dependencia del gas, que consideró la más cara en Colombia. «¿Por qué no exploran gas? dicen en los medios, pero ¿Por qué hay que explorar si es la energía más cara de Colombia?», cuestionó Petro. «¿Es un negocio de quién? ¿De un dueño de un medio? ¿De unos españoles? No sé, pero les gusta el negocio. Y no deberíamos tener los colombianos una de las energías más baratas teniendo el potencial como lo tiene Colombia.»
Petro enfatizó que Colombia debería tener una de las energías más baratas del mundo, y se preguntó por qué no se están desarrollando estas energías más económicas y sostenibles. «¿No se industrializaría Colombia más? ¿No serían más competitivos los productos que se hacen en Colombia comparados con los del exterior? ¿Dónde está el ABC de la economía que yo aprendí?», añadió.
Además, Petro destacó los intereses económicos que rechazan la descarbonización, priorizando sus beneficios sobre el bienestar del pueblo colombiano y el impacto ambiental. «En Colombia hay unos cuantos grandes que están ordeñando al país con los cobros de energía», denunció el presidente.
Petro subrayó la necesidad de que Ecopetrol se enfoque en la generación de energías limpias de bajo costo para el país, destacando que esta es una opción que temen las empresas que actualmente están beneficiándose del negocio energético. «Tenemos que mover a Ecopetrol hacia las energías limpias de bajo costo. Estoy enamorado del hidrógeno verde, pero todavía no se puede. Podemos ensayar, claro, no podemos quedar ignorantes. Podemos tener pilotos. Dicen que producimos un hidrógeno verde que puede ser de los más baratos del mundo», manifestó.
Las declaraciones de Petro reflejan una fuerte crítica al estado actual del sector energético en Colombia y un llamado a explorar y desarrollar alternativas más económicas y sostenibles para el beneficio de todos los colombianos.