Deportivo Pasto cayó 1-0 ante el Deportivo Pereira que resolvió el partido en el primer tiempo. Las decisiones del técnico Ayala vuelven a estar en el ojo del huracán, mientras el equipo sureño compromete seriamente sus posibilidades de entrar a los cuadrangulares finales de la Liga BetPlay.
En un duelo determinante para las aspiraciones de clasificación, Deportivo Pereira logró una victoria mínima pero vital ante Deportivo Pasto, que sigue sin encontrar su identidad futbolística. Con un gol solitario de Moya tras errores defensivos de la visita, los matecañas se aferran a la esperanza mientras los nariñenses caminan por la cuerda floja.
Desde el pitazo inicial, Pereira demostró una postura ambiciosa, agresiva en la presión y clara en la búsqueda del arco rival. Esa intensidad les permitió abrir el marcador cuando Moya aprovechó un doble desacierto defensivo: primero de Castaño, quien perdió en el uno contra uno, y luego de Ossa, que no logró despejar una pelota en plena área chica.
En contraste, el Pasto mostró una versión apática y descoordinada. Apenas se contabilizó un remate aislado de Jaramillo en los primeros 45 minutos, mientras que el local generó varias opciones claras. Quintero estrelló un balón en el travesaño tras un pase cruzado de Quiñones, y Carlos Darwin Quintero desperdició otra oportunidad tras una notable combinación con Merheg, el jugador más insistente del Pereira.
La segunda mitad no cambió demasiado el panorama. A pesar de los intentos individuales de Deyner Quiñones y la voluntad de Boné, Pasto careció de un plan de juego articulado. El ingreso de nuevos hombres cambió la dinámica, pero no fue suficiente.
Mientras tanto, Pereira optó por replegarse y administrar el resultado. Con orden y eficacia, los locales neutralizaron los tímidos avances del rival. Solo un remate débil de Suárez inquietó a Cabezas, quien controló sin mayores dificultades.
La ocasión más clara para el empate se produjo en el cierre del encuentro. Un centro al área fue conectado por Carabalí, pero el cabezazo se fue desviado cuando el arquero ya estaba vencido. Fue el único acercamiento real de Pasto en todo el compromiso.
El estratega Camilo Ayala vuelve a quedar expuesto. Su decisión de dejar en el banco a titulares que suelen aportar recuperación, ritmo y profundidad ofensiva, genera críticas constantes. “No pueden estar en la banca los hombres que le cambian la cara al equipo”, afirman sectores cercanos al club y aficionados.
Actualmente, el equipo volcánico debe ganar sí o sí sus próximos dos compromisos ante Once Caldas y Bucaramanga si desea mantener viva la ilusión. Aunque el calendario le permite soñar, la realidad futbolística es otra: sin un cambio en la actitud y en el planteamiento desde el primer minuto, los resultados no variarán.
Ayala sigue defendiendo a sus jugadores y se aferra a la idea de que el grupo aún tiene margen de recuperación. Pero el margen es mínimo y el tiempo apremia. La hinchada ya no espera: exige respuestas inmediatas y cambios profundos.
En el otro bando, Pereira celebra tres puntos que lo mantienen en la conversación. Sin hacer un partido brillante, los de la Perla del Otún jugaron con determinación y sacaron provecho de las falencias de su rival. La clasificación sigue siendo un reto, pero al menos, se mantienen con vida.
Pasto deberá reinventarse de inmediato si quiere soñar con los cuadrangulares. La fe ya no basta: se requieren decisiones técnicas valientes, mayor jerarquía en el campo y un sacudón anímico urgente. Pereira, por su parte, demostró que el deseo y la intensidad aún pueden marcar la diferencia. En la recta final de la Liga, los detalles decidirán quién continúa y quién se despide.