En el fragor de un debate que ha capturado la atención nacional, la Reforma Pensional en Colombia es un tema de discusión candente, agitando las aguas políticas y económicas del país. Desde los pasillos del Congreso hasta las plazas públicas, las voces de los expertos y los políticos se han entrelazado en un intento por desentrañar las complejidades y las implicaciones de esta reforma de gran envergadura.
El senador Fabio Amím, en una intervención elocuente y apasionada, arrojó luz sobre uno de los puntos más controvertidos de la reforma: el umbral de cotización obligatorio en Colpensiones. Reiteró que en: “Colombia para alcanzar una pensión de salario mínimo en un fondo privado de pensiones, hay que ahorrar alrededor de 290 millones de pesos. Esa es la cifra. Que lo sepa el país. ¿Sabe cuánto necesita entonces ese mismo cristiano trabajador de toda la vida para tener 2 millones novecientos mil pesos de pensión en el fondo privado? necesita 667 millones de pesos ahorrados ¿Quién los ahorra? ni trabajando 40 años en salarios mínimos logra con el ahorro y con el rendimiento”.
El Presidente Gustavo Petro presenta una reforma pensional en Colombia, destacando la injusticia y desigualdad del sistema actual. Propone cuatro pilares:
- Primer pilar: Beneficia a quienes nunca cotizaron o perdieron sus cotizaciones y tienen más de 65 años. Propone una renta pensional mensual de 232 mil pesos para este grupo, incluyendo amas de casa que nunca cotizaron.
- Segundo pilar: Dirigido a aquellos que cotizaron pero no tienen suficiente para una pensión. Propone un sistema de ahorros con un subsidio estatal del 30% al cumplir la edad de retiro, para personas como taxistas, comerciantes, y trabajadores informales.
- Tercer pilar: Para quienes cotizan entre uno y hasta 2,3 salarios mínimos mensuales, garantizando el derecho a la pensión según las semanas cotizadas y la edad.
- Cuarto pilar: Para quienes cotizan por encima de 2,3 salarios mínimos, con la posibilidad de cotizar excedentes en fondos privados de pensiones.
Desmintió varios mitos sobre la reforma, asegurando que no se dejará a los jóvenes sin pensión ni se obligará a pasar a fondos privados. También se menciona una reducción gradual en la edad de pensión para las mujeres y la inclusión de 50 semanas de cotización por cada hijo para madres que actualmente no cumplen los requisitos para pensionarse. Destacó que la reforma dignificará la vida de millones de personas y posicionará a Colombia como una potencia de la vida.
El umbral, que ha sido objeto de intensos debates y negociaciones, busca modificar la forma en que los trabajadores cotizan para su jubilación, con el objetivo declarado de garantizar una pensión adecuada para todos los colombianos.
La propuesta inicial del gobierno de establecer un umbral de cuatro salarios mínimos fue objeto de críticas y presiones por parte de diversos sectores. La reducción posterior a 2.3 salarios mínimos en el Senado desató aún más controversia, con argumentos que oscilaban entre la necesidad de garantizar la sostenibilidad fiscal y proteger los derechos de los trabajadores.
La preocupación por el futuro del sistema de pensiones ha sido un tema recurrente en los debates sobre la reforma. Expertos y analistas han planteado interrogantes sobre la viabilidad a largo plazo de un sistema que enfrenta desafíos demográficos y financieros cada vez más acuciantes. Las proyecciones sobre el agotamiento del Fondo de Ahorro, la sostenibilidad fiscal y la equidad intergeneracional han suscitado un intenso escrutinio y debate.
El establecimiento de un fondo de ahorro administrado por el Banco de la República ha sido recibido con cierto grado de optimismo por parte de algunos sectores, que ven en esta medida una garantía de transparencia y estabilidad financiera. Sin embargo, persisten interrogantes sobre la distribución y el manejo de estos recursos, así como sobre el impacto en el mercado de capitales y la deuda pública.
La cuestión de la transición hacia el nuevo sistema ha generado también un intenso debate. La determinación de quiénes serán afectados por la reforma y en qué medida ha sido objeto de negociaciones y controversias. La inclusión de medidas para proteger a los trabajadores cercanos a la jubilación y a los más vulnerables ha sido una prioridad para algunos legisladores, pero ha generado críticas sobre la equidad y la justicia del proceso.
La promesa de reducir la brecha de género en el acceso a la pensión ha sido recibida con entusiasmo por algunos, pero con escepticismo por otros. Si bien se han introducido medidas para facilitar el acceso de las mujeres a la pensión, persisten desafíos estructurales relacionados con la discriminación de género y las inequidades en el mercado laboral.
En última instancia, la Reforma Pensional en Colombia plantea preguntas fundamentales sobre el papel del Estado en la protección de los derechos sociales, la equidad económica y la sostenibilidad fiscal. En un contexto de creciente desigualdad y malestar social, la capacidad del gobierno para forjar un consenso y abordar estos desafíos será crucial para el futuro del país. La reforma pensional representa un paso adelante en el camino hacia una mayor justicia social y equidad económica, pero también plantea riesgos y desafíos significativos. En este momento crucial de la historia de Colombia, es imperativo que los líderes políticos, los expertos y la sociedad en su conjunto se unan en un diálogo constructivo y un compromiso genuino con el bienestar, oportunidades y la prosperidad de todos los colombianos.
