En la noche del domingo 28 de abril, un hostigamiento sacudió la tranquilidad del municipio de Policarpa, en el departamento de Nariño. Civiles observaron desde sus hogares el cruce de disparos entre el Ejército y disidencias de las FARC, que mantuvieron en vilo a la población durante aproximadamente 40 minutos.
El enfrentamiento, que se desarrolló muy cerca del casco urbano, fue presenciado por la población civil, quienes fueron testigos del intercambio de disparos entre las fuerzas militares y grupos disidentes de las FARC. Según informes preliminares, el conflicto se desató alrededor de las 6:40 p.m., sumiendo a la comunidad, incluidos niños y niñas que aún se encontraban por las calles de la población, en un momento de angustia y temor.
La exalcaldesa Claudia Cabrera utilizó las redes sociales para denunciar el ataque, expresando su solidaridad con el pueblo de Policarpa y exigiendo al gobierno nacional una atención urgente ante la situación de violencia que enfrenta la localidad.
El enfrentamiento tuvo lugar en dos ubicaciones específicas: el Ejército se posicionó cerca de una zona conocida como «los tanques», en las proximidades del barrio Miraflores, mientras que la guerrilla se ubicó en un lugar conocido como «las piscinas», cercano al barrio Santa Bárbara. Este episodio de violencia vuelve a presentarse aproximadamente tras un año tan cerca del área urbana de Policarpa.
A pesar de la intensidad del enfrentamiento, la fuerte lluvia que comenzó durante el altercado pudo haber contribuido a mitigar la situación, lo que posiblemente evitó que el incidente escalara aún más.
El hostigamiento en Policarpa generó preocupación y conmoción en la población, que clama por un cese a la violencia en la región. Las autoridades locales y nacionales están en alerta ante este hecho y se espera una respuesta pronta y contundente para garantizar la seguridad y el bienestar de los habitantes de la zona.
