En medio de la agitación generada por las recientes manifestaciones en el país, la procuradora general Margarita Cabello expresó su preocupación por la situación en la Corte Suprema de Justicia, donde señaló que algunos magistrados y funcionarios se encontraban «entre comillas secuestrados por un grupo de manifestantes».
Cabello hizo un llamado a la solidaridad con la rama judicial y solicitó a la fuerza pública, especialmente al general Salamanca, actuar con contundencia para garantizar la seguridad de los presentes en el Palacio de Justicia y preservar la institucionalidad del país.
Sin embargo, el presidente, a través de X, respondió a las declaraciones de la procuradora, solicitando mesura y recordándole que las órdenes a la policía las emite el jefe de Estado. Este intercambio sigue evidenciando el contraste en la percepción y la gestión de la situación entre los dos altos funcionarios.
Mientras tanto, el presidente Petro ofreció una visión diferente de los eventos, informando que, según el Consejo de Seguridad, la mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas, con excepción de incidentes aislados en Medellín y Bogotá. Destacó que no se reportaron heridos en el país.
En este contexto, la Presidencia reiteró el llamado a manifestarse de manera pacífica y respetuosa, sin afectar las instituciones. Se garantizó la independencia de poderes y la libertad de decisiones en el país.
Este contraste entre las diferentes narrativas resalta la complejidad de la situación y la importancia de un análisis crítico de los eventos en curso.
